Oyomal

Los cenotes eran la principal fuente de agua dulce para el pueblo maya y, por eso, no es soprendente que se hayan convertido en un elemento esencial en la cultura. Desde creencias relacionadas con la cosmogonía, hasta leyendas y historias que pasaron de una generación a otra, para los mayas antiguos, los cenotes se asociaban con la fertilidad y la vida, eran considerados portales de entrada al inframundo. Lugares sagrados que había que cuidar y respetar. Las cuevas y cenotes han sido escenarios de gran importancia desde tiempos ancestrales, ya que se consideraban portales o ventanas almundo de los muertos "Xiblaba".

Una Leyenda cuenta:

Que el Aluxe, espiritu de la naturaleza, guardiano y habitante de los cenotes y de la selva, eran servidores de sacerdotes mayas. Los Aluxes guardaban esos lugares sacrados. Creado de barro virgen, la materia de mejor calidad se encontraba en las cascadas como la de Misol-Ha en Chiapas, donde el barro fertile de magia y la abundancia de humedad permitia que que la symbiosis operara. El Aluxe tomaba vida. Ser travieso, su divercion era llamar la atención para guardar secreto los lugares sagrados de visitantes, aun muy pocas veces se deja ver gracia ha su agilidad. El Colibri, al parecer, tiene esas mismas caracteristicas. Su leyenda es parecida. Nace de una jade que los doises encontraron y tallaron en forma de una pequeña flecha. Al soplar sobre ella, los dioses les dio vida y esta salió volando a toda velocidad. Además de ser los mensajeros de los dioses, los colibrís también se volvieron los portadores de los pensamientos y deseos humanos. Desde las cuidades mas resplandorazas del emperio maya, como la de Uxmal, asta la isla de la fertilidad y del amor de la diosa Ixchel, el colibri volaba de un lado al otro del continente, dejando mensaje a todo el emperio. Volando sobre las maravillas naturales y riquesas de una civilizacion, inspirando asta los espiritus del inframundo. Al ver un espiritu con tanta agilidad y tanta belleza, los espiritus del inframundo fueron inspirados, y quizieron conectar con el mundo y la cosmovision maya, como lo podemos ver con esa raya. Al ver esos espectaculos, integrando a su conocimiento de un ecosistema acuático, incluyeron en las representaciones de sus dioses dientes de tiburón, espinas de mantarraya y fósiles de peces y moluscos.

Otra leyenda contada del Yucatán, es la de Oyomal y Ac. Ah Kinxoc, gran sacerdote de Chichén Itzá, quien tenía una hija llamada Oyomal, de la cual se enamoraron dos hermanos llamados Ac y Cay. Ella eligió a Cay pero Ac, en su ira, encerró a Oyomal en el “claustro” de Chichén Itzá y a su hermano en las grutas de Kauá. Sin embargo, al estar conectados los cenotes de la península, la pareja se volvió a encontrar y se escondió para siempre de Ac en ese mismo tunel. Se dice que en las noches de enero se oye una voz murmurando “¡Yacunáh!”, lo cual significa “te amo!”, pregunta que siempre llevaba Cay a Oyomal. Y asi nacio la leyenda de las criptas de Kaua. Las cascadas del "chiflon" que tiene ese nombre peculiar, tienen una particulaidad. Cuando corre el aire, las cascadas comienzan ha chiflar, y al tratarse de 8 caídas de agua en medio de un alto cerro; "su murmullo" se oye a lo largo de la selva. "Yacunàh!" Las almas de Oyomal y Cay siguen viajando las epocas y los lugares sagrados en esas tierras, escondiendose del terrible Ac. Hija de Ah Kinxoc quien fue dios de la escritura, de la poesia y del cielo, Oyomal se inspiro para contar su historia por todo el cielo maya. necesitaba una ave grande, que conocia los vientos cálidos, océanos y tropicales de las costas para llevar el mensaje los mas lejo possible. La fregata, mayormente negro con cola muy larga y profundamente bifurcada con bolsa roja inflable en la garganta podia llevar el mensaje. Una vez la solicitud cumplida las aves elijieron un lugar de paz, amor y donde las leyendas siguen siendo contadas. Roca Blanca, San agustinillo, pero eso, ya sera otra historia...